La era de la unión personal entre Hannover y Gran Bretaña comenzó con el acceso del príncipe elector Jorge Luis al trono británico en 1714. Durante más de un siglo, los gobernantes hannoverianos fueron también reyes de Inglaterra. A pesar de la separación política, se desarrollaron estrechos lazos en la ciencia, la agricultura y el arte. Esta época especial sólo llegó a su fin en 1837, cuando Guillermo IV se quedó sin heredero varón y la ley de sucesión de Guelph descartó la sucesión femenina al trono.
Visita de la ciudad "Hannover: Muy británico - tras la pista de la unión personal" le invita a sumergirse en esta fascinante época. El punto de partida es el acogedor salón de té del Ballhof, donde el tradicional "Té Guelph" un homenaje a la Casa de Hannover y a su estrecha relación con Gran Bretaña.
El recorrido termina con una visita al Posada de Dublínun pub irlandés en el casco antiguo, donde podrá elegir entre Guinness o una bebida sin alcohol está servido.