Castillo de Marienburgo
También se la conoce como el "Neuschwanstein del Norte" y la historia de nuestra bella Marienburg es igual de de cuento de hadas.
"¿Qué regalar a alguien que ya lo tiene todo?", debió de preguntarse el rey Jorge V de Hannover antes de ocurrírsele la idea de regalar a su Marie un castillo como residencia de verano por su cumpleaños. En el legendario Marienberg, donde se dice que vivían los enanos, mandó construir el castillo en la cima de la colina, que hoy es uno de los monumentos neogóticos más impresionantes de Alemania.
"Mi pequeño Eldorado"
El castillo de Marienburg fue amueblado "según el placer y los deseos de Nuestra Querida Consorte [...] y de acuerdo con la comodidad". El amor de la Reina por su Eldorado, como llamaba al castillo, aún puede apreciarse en cada detalle del mobiliario. Su marido, Jorge V, nunca pudo ver estas obras, ya que se quedó ciego en su juventud. También se le conocía como "el rey ciego". Cuando el reino de Hannover perdió la guerra contra los prusianos, la construcción del castillo de Marienburg aún no había concluido del todo. Sin embargo, la reina María tuvo que abandonar su lugar de anhelo con el corazón encogido y huir al exilio en Austria. Nunca regresó a Hannover.
Visitas y entradas
Durante la visita de una hora al castillo y las exposiciones cambiantes, podrá conocer de cerca el pasado del castillo de Marienburg. Se exponen las magníficas habitaciones privadas de la familia, la biblioteca de la reina con su bóveda de paraguas profusamente decorada y la cocina del castillo conservada casi en su totalidad. La cautivadora historia de la pareja real y sus tres hijos hace que la visita al castillo de Marienburg sea inolvidable.
Debido a las obras de renovación, no se puede acceder al interior del castillo de Marienburg.
Castillo de Marienburg en 360 grados
