Primer mercadillo

¿Dónde poner todas las cosas que ya nadie necesita?
Pinzas para los pantalones, garras de jardín, patinetes para niños... muchas cosas hace tiempo que viven en el sótano o el desván. Pero lo que para unos es superfluo, para otros puede ser exactamente lo que buscan.

El mercadillo del barrio de Linden, en Fausto, es algo más que una oportunidad para vender y rebuscar. Es un lugar de encuentro popular para todos los que aman el barrio. Se trata de algo más que chatarra, kitsch y gangas: se trata de conocer gente, intercambiar ideas y la buena sensación de formar parte del barrio.

Ya sea para pasear, intercambiar o charlar, el rastro invita a quedarse y reunirse en un ambiente relajado e informal.