Desde bebidas frías hasta café caliente, el propietario Basil Suleiman ofrece todo lo que cabe esperar de un quiosco típico en su colorido quiosco de 25 metros cuadrados de Herrenhausen. El quiosco de la calle Schaumburgstraße se ha consolidado desde hace tiempo como lugar de encuentro social.
También hay tarjetas de vales, billetes de lotería, una estación de empaquetado de DHL y una amplia gama de pipas de agua. En el escaparate se apilan diversas latas de tabaco aromatizado. Para los golosos, hay una caja de caramelos XXL con malvaviscos, caracoles de regaliz y todo tipo de ositos de gominola para elegir.
Christian Wyrwa