El Kröpcke de Hannover es el corazón palpitante de la capital de Baja Sajonia. Como plaza más céntrica de la ciudad e importante nudo de comunicaciones, combina historia, cultura y vida urbana moderna.
Kröpcke se creó en el siglo XIX como una intersección cuadrada en la zona peatonal de Hannover. Su nombre se debe a Wilhelm Kröpcke, que en 1885 se hizo cargo del café situado allí y le dio su nombre. El café se convirtió rápidamente en un popular punto de encuentro para hannoverianos y visitantes.
Un llamativo hito de la plaza es el reloj Kröpcke, erigido en 1885. Originalmente sirvió de estación meteorológica y se financió con donativos de los ciudadanos. Hoy es un popular punto de encuentro y alberga exposiciones de arte cambiantes.
En octubre de 2015 se instaló una impresionante escultura de luz sobre el Kröpcke. La escultura, de tres metros de ancho y de un dorado resplandeciente, cuelga a unos 15 metros de altura y está iluminada por 64 luces LED. Confiere a la plaza un ambiente único, especialmente al atardecer.
Bajo el Kröpcke se encuentra la mayor estación del ferrocarril urbano de Hannover. Varias líneas se cruzan aquí, convirtiendo la plaza en un nudo central de transportes. Su céntrica ubicación y fácil accesibilidad hacen del Kröpcke un punto de partida ideal para explorar la ciudad.
Alrededor del Kröpcke se extiende una de las zonas comerciales más populares de Alemania. Las calles Bahnhofstraße y Georgstraße ofrecen una gran variedad de tiendas, boutiques y grandes almacenes. La Niki-de-Saint-Phalle-Promenade, una galería comercial subterránea, completa la oferta e invita a ir de compras haga el tiempo que haga.
En las inmediaciones del Kröpcke hay numerosas instituciones culturales. La Ópera de Hannover, construida en estilo del clasicismo tardío, ofrece un variado programa de ópera, ballet y conciertos. El Teatro de Variedades GOP y varios museos también están a poca distancia.
La escena gastronómica en torno al Kröpcke es tan diversa como internacional. Desde cafés tradicionales a modernos restaurantes y puestos de comida callejera, hay algo para todos los paladares. El Café am Kröpcke, con su larga historia, invita a quedarse.
El Kröpcke es escenario habitual de eventos y acontecimientos. Ya sea un mercado navideño, artistas callejeros o festivales culturales, la plaza está llena de vida y atrae a visitantes de cerca y de lejos.
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