100 años después de que se construyera la hermosa villa de arenisca para el director de Continental Siegmund Seligmann y su familia, el profesor Andor Izsák tuvo una idea.
La casa debía convertirse en un lugar de cultura judía viva. Y eso es lo que es hoy. Nacido en Budapest en 1944, este organista, profesor y director de orquesta lleva toda su vida vinculado a la música judía. En 2003, fue nombrado profesor de música de sinagoga en la vecina Universidad de Música, Teatro y Medios de Comunicación. Ahora, la prestigiosa villa, que entretanto pertenecía a la ciudad, se ha convertido en un centro de música judía. ¡Y vaya casa!
El director gerente, Eliah Sakakushev-von Bismarck, no cesa de proponer nuevas ideas y ampliar el programa para llevar al teatro a la primera división. En 2020 se creó por primera vez una residencia artística. El conjunto "Concert Goscari", especializado en música antigua, abordó temas europeos en cuatro conciertos de abono y exploró cómo la gente quiere vivir junta. La música puede hacer tanto: conectar, reconfortar, animar, interrogar, responder, relajar o encender. Este es el marco apropiado y honorable para ello.
¿Quién más era este Seligmann? Era un banquero judío, nacido en Verden an der Aller en 1853. Este hombre asertivo convirtió la empresa Continental en un actor (hoy diríamos) mundial. Ya en 1923, la ciudad le nombró ciudadano de honor. Max Liebermann pintó un retrato del exitoso empresario. El óleo adorna una pared de la villa.
¿Y qué hace Andor Izsák desde que se jubiló? Investiga y habla sobre su tema. Sobre el presidente honorario de la Fundación Siegmund Seligmann se publicó el libro "Andor der Spielmann - ein jüdisches Musikerleben", de Arno Beyer, antiguo subdirector de la NDR.
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